La tosta de higos y queso será siempre tu opción preferida para poder picar algo, sin tener que pasar hambre, ni ganar calorías de una manera totalmente exagerada. Es una cena estupenda, además de muy nutritiva, especial para los niños, los adolescentes y los adultos, siendo algo pesada para las personas mayores (pudiendo sustituirla por una tosta de queso fresco batido y una mermelada ligera sin azúcares)
Tan solo tuesta el pan y después coloca encima una crema de queso que podrá ser desde Mascarpone hasta queso batido estilo requesón, pasando por un queso curado en crema o en polvo o también un queso de untar. Coloca orégano, albahaca o menta, ya que son hierbas que van especialmente bien con estos sabores.
Encima coloca unos higos cortados a la mitad previamente lavados y secos. Será tu mejor aliado para una comida totalmente encantadora y ligera, ¡que nunca querrás dejar de probar!
