Si estás buscando una idea extra original para cocinar una pizza súper crujiente, apúntate a la utilización de esta idea que generará un método de cocinado rápido para comer verduras que ¡te encantará tanto a ti como a los niños!
Primero, saltea un manojo de espinacas frescas con un poquito de aceite de oliva y entonces resérvalas cuando hayan cambiado de color a un verde más intenso y estén tiernas. Con una base de pizza integral, unta el fondo ligeramente con un poquito de salsa de tomate y encima coloca las espinacas, agrega dos mezclas de quesos rallados y precalienta el horno durante 5 minutos a 200º.
Cocina la pizza durante al menos 12-15 minutos hasta que el queso se haya derretido y la pizza se vea dorada y apetecible. ¡Sirve y sorprende a todos con esta ideal receta! Si quieres darle un toque muy apetecible, echa un chorrito de aceite de oliva por encima de la pizza.